
Durante las ultimas semanas, participé en un workshop llamado Cross Minds, organizado por Cristina Mateo, de Liberty up, experta en Liderazgo y Coaching.
En el mismo los seis asistentes (fantásticos compañeros de viajes) compartimos experiencias profesionales y personales. Una experiencia genial, que recomiendo encarecidamente; y que otro dia , explicaré , con más detenimiento, en otra entrada a este blog.
Gracias a este workshop, tuve la oportunidad de tropezarme con personas , con experiencias y bagajes personales y profesionales de diferentes ambitos, pero todas con una mochila común : un deseo enorme de ayudar a mejorar a los otros . Una de ellas ha sido Diego Cuellar.
Diego , tiene una carrera profesional impresionante; directivo en diferentes multinacionales y promotor y creador de varios proyectos empresariales. Diego ;gracias a una personalidad, de las que no te dejan indiferente; y alineado , con su formación y carisma, ha conseguido grandes éxitos en su vida profesional.
Sin embargo, lo que más impresiona, al escuchar a Diego; es que proyecta valores personales tremendamente enraizados; los cuales denotas, son consecuencia directa , de haber tenido una vida muy rica en experiencias personales; algunas de ellas, de las que te marcan de por vida.
Diego , ha escrito un par de libros, el segundo » Champ,» recien salido del horno, y que tengo dentro de mis debes. Es del primero, «Bajo el mismo cielo» , su obra más personal, y del que me gustaría reseñar.
«Bajo el mismo cielo», es un libro de lectura fácil, de aquellos de los que empiezas y no puedes parar. La razón estriba, en que está escrito, recogiendo las vivencias más personales de Diego. En el mismo, desgrana , utilizando como guión entradas de su diario; muchas de ellas escritas en sus trayectos de avión; aspectos muy personales de su vida.
Diego, explica como afrontaron su esposa Ana y él , una dura prueba de vida : la de tener, no uno, sino sus dos hijos con la misma dolencia genética (el Síndrome de la X frágil).
En el libro, el autor, desde la primera personal, explica como es el convivir con dos hijos con necesidades especiales; y sus encomiables esfuerzos, para adaptar sus vidas a hacerles un dia a dia mejor . Y sobretodo, y más importante, a prepararles y facilitarles una futura independencia.
Todo esto , descrito, desde un punto de vista, de una lucha constante, sin quedarse con los brazos cruzados; y poniendose , a buscar soluciones, de una forma tremendamente proactiva , sin caer en el derrotismo.
De hecho, alguna de estas soluciones, estan sirviendo de ayuda a otros padres , con circustancias similares. Entre otras , por ejemplo, este mismo libro.
Me he sentido , tremendamente identificado con Diego. Yo también soy padre de un hijo , Alex, que nació con una enfermedad, de las llamadas, raras. La misma llamada Sindrome de Vici y tambien de origen genético; le condicionó tremendamente su vida, y las de aquellos que estabamos a su lado.
En el caso de Alex, desgraciadamente, nació con una expectativa de vida muy limitada, de sólo tres años. Al final la duplicó , siempre he pensado, como consecuencia, del cariño, dedicación y cuidados que le dimos.
No obstante, a pesar de que cada experiencia es única, he revivido , al leer el libro de Diego, muchas semblanzas y paralelismos.
Aunque en cada caso , la actitud del que la vive, puede ser diferente; el transfondo es el mismo : resiliencia y altruismo, y cambiar la perspectiva de donde miras, no quedarte a ras del suelo, sino pensar desde más alto.

Como Diego ; he sentido, que son este tipo de niños, los verdaderos educadores . Son ellos, los que inclinan la balanza final de enseñanzas recíprocas, hacia su lado. Nos proporcionan, valiosas enseñanzas de vida, de aquellas que marcan un antes y un después en tu existencia.
Son niños, que te recompensan con creces. En mi caso personal, en los seis años que conviví con Alex, mi personalidad cambió por completo, a ser quién soy ahora; creo que alguien, con valores y perspectivas personales, mucho mejores.
Si bien los comienzos, y el proceso de adaptación a la nueva realidad, son muy duros; en el camino «bajo el mismo cielo»; si eres capaz de romper tus barreras mentales, y no te resignas; sales tremendamente enriquecido.
Eres una nueva persona; mucho menos banal y preocupada por minucias; y mucho más por los otros.
Aprendes que los valores más valiosos de tu vida, son aquellos relacionados con los sentimientos, la empatia, el altruismo y la ayuda , desinteresada, a los demas; dejando muy atrás aquellos otros, relacionados con hacer mero acopio de riquezas materiales.
Os recomiendo encarecidamente la lectura del libro de Diego.
Creo que os puede abrir los ojos a realidades diferentes a las de , las mal llamadas, familias normales. ¿Normales? : porqué, la sociedad nos hace creer que todo tiene que seguir unos canones y estereotipos. Los marcados por las mayorías; sin dejar demasiado hueco a las excepcionalidades; olvidándose , que precisamente en la diferencia, es donde puede estar la verdadera riqueza, aquella que rompe moldes.
Lo más importante es abrir la mente, y no dejarse llevar por el pensamiento único, hay vida fuera del mismo. Y en muchos casos , como el de Diego y su familia; es cuestión de no sólo adaptarse y dejarse llevar ; sino de hacer, de los reveses, las rarezas y excepcionalidades; oportunidades y motivaciones , para reinventarse, crecer y ser, sencillamente, más humanos.
